domingo, 5 de diciembre de 2010

Reflexiones de una Noche Blanca



Ella se encontraba caminando  por el bosque con la despreocupación e inocencia propias de su edad, su paso era constante aunque a decir verdad el camino no estaba muy claro, era la primera vez que hacia esa travesía, tan solo tenia una remota idea de cómo llegar a aquella vieja choza  en la cual la esperaban, o mejor dicho, esperaban aquel contenido de la pequeña sesta la cual por encargo de sus padres llevaba, se puso la caperuza de siempre y emprendió rumbo a la casa de su querida abuela.
Las hojas llevadas por el viento y el canto de algunos pajarillos que tímidos se escondían en la copa de los arboles hacían que de vez en cuando pierda la orientación… las nubes desplazándose en el cielo captaban su atención y por pequeños lapsos de tiempo olvidaba esa su misión, es en ese momento cuando tuvo nuevamente aquella sensación... aquella que le decía que estaba siendo observada… sintiendo los pasos de una criatura feroz cerca de ella sintió la presión…  decidió contar hasta tres y empezar a correr… cuando de pronto……..

Noooooo…. Y regreso nuevamente aquella cortina gris que nublaba sus pensamientos en los momentos mas críticos, dejo la pluma en su pequeño escritorio y cerrando de un tirón el cuaderno de apuntes sintió que una frustración profunda aderezada de la constancia con la cual esta la visitaba comenzaba a embargarlo, sentado en aquel sofá que en años mejores lo vio crear la mas grandiosa y aplaudida gama de cuentos ahora lo veía secarse cual flor fuera de estación, que condición, mientras atizaba el fuego que al igual que su imaginación se perdía en el espacio, sintió la necesidad apremiante de salir de la sala…. Se puso a la espalda su viejo abrigo y enrumbo hacia un lugar que el mismo no conocía, en ese único momento  eso no le importaba, solo quería deshacerse de esa mediocridad que pareciese quería adueñarse de su imaginario.
La nieve que adornaba la calle en esa época del año lo esperaba, cuando dio el primer paso lo pensó dos veces antes de salir, no era muy aficionado de las caminatas nocturnas, pero fue en ese momento cuando miro hacia atrás y contemplando la luz que se apagaba en la sala donde sus ideas morían, se dijo a si mismo, es necesario,  “tengo que salir”…Necesito un trago.
Llegando a la calle diagonal pudo divisar el bar, ese lugar con ese su desfile incansable y constante de sombras que en los rincones de ese viejo establecimiento consumían su existencia vaso a vaso y copa a copa… mirándolos de reojo y con cierto desprecio se sentó en la barra, pidió una cerveza la misma que esperaba hiciera olvidar las frustraciones del día… hubo silencio y cuando parecía que todo había terminado, se escucho un grito salido de lo  profundo de sus entrañas……. maldición!!!!!!!!!!! Exclamo, se dio cuenta que la cartera con el dinero no estaban en el viejo saco… impulsado por la cólera e impotencia que sentía se alejo de la barra enrumbando nuevamente a la calle bajo la atónita y cómplice mirada de las sombras que lo acompañaban…. Ni una idea que cultivar.. Ni calor que disfrutar... ni siquiera un trago... por Dios que más… que más…. Mientras recriminaba a los cuatro vientos su mala suerte distinguió a una de las sombras del bar que sospechosamente lo seguía... pensó en  coincidencias y alucinaciones…regresando nuevamente a su bloqueo se entretuvo unos minutos, cuando de pronto volteo y un sujeto lo agarro de la solapa y bruscamente lo  empujo en contra de la pared del callejón donde las luz brillaba por su ausencia… su corazón se oprimió, estos mis viejos huesos de escritor no aguantaran se decía… la sombra ya no era tal, el miedo que lo acompañaba era muy real, escuchando las amenazas del tipo que decía… el reloj, la billetera y el saco… esos que tienes o la vida..
Pensaba, ese cuchillo que tiene  y con el cual me amenaza acabara con mi vida y si no lo hace los golpes esos que tiene guardados para mi lo harán


mientras apostaba su disminuida humanidad producto de enfermedades pasadas,  la luz de algunos automóviles no esperados se alzaron en el callejón…  aprovechando la inesperada situación decidió contar hasta tres y correr…  uno, dos, tres… e hizo el esfuerzo máximo que sus años le permitían, corrió como nunca… sin voltear, sin pensar en si aun lo perseguían… mirando de frente sin nada mas a su alrededor tan solo el instinto de supervivencia que le indicaba que se alejara de ese lugar… al llegar bajo la acogedora luz de la calle central se detuvo, respirando hondamente sintió por fin calma y tranquilidad… aquella sombra ya solo era un mal recuerdo, fue en ese instante cuando otra opresión sintió en el pecho, pero esta vez era emoción, emoción de una idea que germinaba en su rehusada imaginación… corriendo nuevamente en la calle se encontró, pero ya no le importaban las sombras ni el miedo… la idea colmaba todo su ser.. Llegando a su viejo hospicio abrió con avidez la puerta,  llego a la sala nuevamente… y tomando sus escritos con temblor propios de los años como de la emoción que lo embargaba retomo su labor de escritor... Mientras la emoción se convertía en palabras prosiguió….

decidió contar hasta tres y empezar a correr… cuando de pronto la figura de un lobo la abordo y comenzó a interrogarle acerca de su destino… a casa de la abuela le respondió ella, iré a visitarla pues enferma esta…  el lobo sabiendo el destino de la pequeña devoro a la abuela y disfrazándose a la niña intento engañar.. Que orejas, ojos tan grandes… oh y que dientes tan grandes tienes… en ese momento el lobo respondió……

Noooooo,,,,,,, y nuevamente el bloqueo, sin pensarlo dos veces se puso el viejo abrigo al hombro y decididamente se dirigió a la calle en busca del final para su aun anónimo cuento.


Mizpa.

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